Nunca tuve tu amor,
nunca lo tuve
y así naciendo fuimos a la Nada.
Por despeñados ojos y cascadas
cada uno cayó desde su altura.
Se fueron estos ojos al silencio
de una carne preciosa,
amaneciente,
sin perder por un rato sus despojos
del aire que nos vió desvanecientes.
Hoy me quiero mirar y ya te miro,
ojos, pestañas,
temblor de la cortina.Teófilo Tortolero.
Ppfff..